Cuando el protagonista en
televisión es nuestro querido Benidorm, siempre, al menos un servidor, observa atento la imagen
que proyectan de la ciudad a través de la pequeña pantalla. En el día de ayer,
en un reportaje que se preveía dañino para Benidorm ya que mojiteros y trileros
estaban y nunca mejor dicho, bajo el punto de mira en el programa de Cuatro.
Pero no fue del todo así. Además de que diversidad de puntos clave fueron
puestos en valor por parte del reportaje, el debate generado a raíz del mismo,
abre la veda para que la política regule este tipo de actos.
Empecemos despacito y con buena
letra. Dos actividades ilícitas ya conocidas por los ciudadanos como son el
trile y la venta ilegal de mojitos en vía pública, son el resultado de un
modelo de ciudad que escogimos en su día. Es decir, si hubiésemos apostado por
un modelo industrial en Benidorm, en lugar de uno turístico, probablemente en
la actualidad nos encontraríamos en la coyuntura de que la industria genera
multitud de puestos de trabajo a costa del medio ambiente. Olvídense de
utopías, toda gobernanza tiene sus beneficios y sus inconvenientes. Así es la
vida, y así es la política. Siempre existen ganadores y perdedores, agraciados
y perjudicados. No obstante, la política, está ahí para mediar; valorar la situación y después llegar a un consenso con los actores clave de cada situación.
Pero volvamos al asunto de los mojiteros.
Por parte de los empresarios de
Levante, la posición es más que nítida. Primero porque les afecta directamente,
ya que el turista de turno probablemente no pise el establecimiento para beber,
ya que le traen el refrigerio a la misma arena, y a un precio muy módico. Y en
segundo lugar, y esta es una consideración que nos interesa a todos, es la
generación de puestos de trabajo. Hay que regularlo. Los problemas no se atajan
mirando para otro lado, sino como dije ya con anterioridad, cogiendo al toro
por los cuernos. Y lo mismo con el trile. Dos problemas derivados de nuestro
modelo turístico, y que por lo tanto, la política debe de mediar, y buscar la
solución más propia, beneficiando a ciudadanos, empresarios y turistas.
Una vez más Benidorm ha sido
motivo de noticia a nivel nacional, pero como viene siendo habitual por parte
de las cadenas televisivas sensacionalistas y amarillistas existe un empecinamiento
por mostrar la cara B de Benidorm. Aunque tampoco creo que el trile o la inseguridad
ciudadana sea nuestra otra careta. Y es que más bien nuestro dorso se nutre de
parajes naturales como Sierra Helada, de actividades para los más jóvenes como
batallas de freestyle o instalaciones para practicar calistenia; del buen comer
y beber de nuestros establecimientos y como no, de la oferta tanto turística,
deportiva y joven que ofrece la ciudad. Esa es realmente nuestra cara B.
Al menos, lo que es evidente a
estas alturas, es que Benidorm es mucho más que sol y playa.
6 comentarios:
Buen artículo. Pero pienso que estos reportajes nos benefician para ayudar a los turistas que vean el engaño y no caigan ya que yo he tenido tienda y me compraban aunque también hubo un caso que perseguían a una pareja y querían entrar a mi tienda y les prohibidos la entrada.
Buen artículo. Pero pienso que estos reportajes nos benefician para ayudar a los turistas que vean el engaño y no caigan ya que yo he tenido tienda y me compraban aunque también hubo un caso que perseguían a una pareja y querían entrar a mi tienda y les prohibidos la entrada.
Buen artículo. Pero pienso que estos reportajes nos benefician para ayudar a los turistas que vean el engaño y no caigan ya que yo he tenido tienda y me compraban aunque también hubo un caso que perseguían a una pareja y querían entrar a mi tienda y les prohibidos la entrada.
Buen artículo. Pero pienso que estos reportajes nos benefician para ayudar a los turistas que vean el engaño y no caigan ya que yo he tenido tienda y me compraban aunque también hubo un caso que perseguían a una pareja y querían entrar a mi tienda y les prohibidos la entrada.
Buen artículo. Pero pienso que estos reportajes nos benefician para ayudar a los turistas que vean el engaño y no caigan ya que yo he tenido tienda y me compraban aunque también hubo un caso que perseguían a una pareja y querían entrar a mi tienda y les prohibidos la entrada.
A mi me dió vergüenza ver esa versión de Benidorm. Lo que expusieron pasa en todos las ciudades turísticas españolas y no hay que cebarse en Benidorm. Se soluciona poniendo un poco más de vigilancia en las zonas donde predominan esa clase de delitos.En la zona de la playa de Poniente yo nunca he visto la delincuencia que salía en ese reportaje.
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