miércoles, 20 de junio de 2018

#OPINIÓN - La extrapolación de la moción de censura a Benidorm

Uno se queda consternado, alarmado y preocupado al leer este tipo de noticias. Ya bastante estamos teniendo con el nuevo gobierno “progresista” de Pedro Sánchez, el cual el pueblo no votó y a través de una moción de censura se aupó al poder de la mano de independentistas, comunistas y radicales. El pretexto utilizado por los socialistas para llevar a cabo esta moción de censura fue la sentencia condenatoria del caso Gürtel. Una excusa para arrebatar el sillón a Rajoy y el mando al Partido Popular lo suficientemente admisible para unos, y en mi caso, como en el de muchos; insuficiente. Tan solo, a mi juicio, fue una coartada, una justificación para asumir el Ejecutivo. Y algo similar está pasando ahora en Benidorm. 

Nuevamente, con los socialistas benidormenses a la cabeza a través de su primera imagen pública actual, Rubén Martínez, pretenden efectuar una moción de censura para, en este caso, emulando a sus colegas a nivel nacional, despojar de la vara de mando a los populares, concretamente al por ahora alcalde, Toni Pérez, a quién señalan y atacan por una cena celebrada en Benidorm en 2008 relacionada con la Gürtel, donde Pérez poco o nada tenía que ver. Pero, Martínez en su vehemente deseo y anhelo de gobernar, se empecina en involucrar a Toni Pérez por un motivo u otro. 

En primera instancia, hay que evidenciar que a pesar de su constitucionalidad, las mociones de censura son la herramienta más antidemocrática existente, pues se coarta el voto real del pueblo. No obstante, en Benidorm ya hemos sufrido más de una moción de censura. Y raramente se ha sacado algo de provecho de ellas, más que cambiar a quien sostiene la vara de mando y por ende, el rumbo de Benidorm. Miren como nos dejó nuestro querido Benidorm el gobierno de Agustín Navarro, aupado por esta vil argucia política. 

Y hablando de Navarro. Al portavoz socialista, Rubén Martínez, se le llena la boca hablando de transparencia, de limpieza, de saneamiento y desinfección del gobierno. ¿Acaso no recuerda que el ex alcalde socialista, el propio Navarro, está siendo actualmente investigado por presunta financiación irregular de su partido? ¿Por qué no exige su dimisión en lugar de intentar conseguir la vara de mando a toda costa? Eso sí sería una purificación en toda regla, pero de su propio partido, el cual desde hace mucho tiempo necesita urgentemente un saneamiento, empezando por Navarro y acabando por Martínez. 

Evidentemente, esta moción de censura no es más que humo. Primero, porque los números no cuadran. Ciudadanos no apoyará la moción y los no adscritos no tienen ni voz ni voto. Y teniendo en cuenta, la gran legislatura popular, contando además los grandes avances, cambios y mejoras que está teniendo hoy por hoy Benidorm gracias a Toni Pérez y los suyos; y es más, a menos de un año de elecciones municipales, es toda una barbaridad y una muestra de desdén y descaro hacia la ciudadanía pretender gobernar menos de un año la ciudad. 

Si el PSOE quiere gobernar Benidorm que gane unas elecciones y que el pueblo sea soberano eligiendo a sus gobernantes, no mediante una herramienta que atenta contra la voluntad de la ciudad, que en este caso es que el Partido Popular y Toni Pérez gobiernen. 

Y por último añado que, al igual que auguré que el PSOE en las próximas elecciones generales tendrá un bajón histórico en cuanto a votos se refiere por la traición hacia España y la testarudez de Pedro Sánchez, sumado a las ansias del poder del mismo, harán que el Partido Popular consiga la mayoría absoluta en 2020; y si Rubén Martínez traiciona a Benidorm y efectúa la moción de censura extrapolando la misma a nuestra ciudad, no solo ésta será extrapolada a Benidorm sino que también, en menos de un año, el Partido Popular volverá a gobernar con una amplia mayoría y el batacazo de los socialistas será amplio y sonoro, cayendo hacia niveles de representación nunca vistos en nuestro consistorio. 

Rodrigo Quesada

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