martes, 2 de octubre de 2018

#OPINIÓN - La evolución necesaria de Benidorm

Cuan largo está siendo el proceso de normalización de Armanello. Una zona de la que como bien saben, el desbloqueo de la misma está siendo una ardua y larga tarea. No solo por tener relación directa con Armanello el señor Enrique Ortiz, que finalmente, más quebraderos de cabeza está trayendo que beneficios a lo largo del tiempo. 

Finalmente, la Agrupación de Interés Urbanístico (AIU) de Armanello se encuentra a la espera de la aprobación de su proyecto por parte de la Generalitat, ya que el Ayuntamiento de Benidorm ya dio en su día el correspondiente beneplácito a los trámites. 

Un proyecto, que como bien apuntan desde la AIU está siendo muy escrupuloso para que éste sea acorde con la ciudad de Benidorm. Teniendo en cuenta la idiosincrasia de la ciudad de los rascacielos, la agrupación en el borrador del proyecto ha indicado que la altura mínima de los edificios será de veinte plantas, para así, continuar con ese desarrollo vertical y sostenible que tanto caracteriza a nuestra ciudad. 

Por otro lado, el borrador incide en el respeto hacia el medio ambiente. En primera instancia, la zona contará con un gran parque de 150.000 metros cuadrados de los 575.000 disponibles. Además del parque y las importantes zonas verdes que ostentará la zona, la pauta a seguir en lo medioambiental también contará con un árbol por cada 50 metros cuadrados y 70 por manzana. 

Como ven, el Armanello de antaño pasará a la historia, recibiendo uno acorde con lo que merece Benidorm, dividendo el actual Armanello en dos barrios y un gran parque, dejando atrás una escena que recordaba más a la Cañada Real que a un espacio para residir de manera ordinaria y regular. 

Aunque la aprobación aún depende la Generalitat, hay que tener en cuenta otros factores. Por ejemplo, el lugar donde irán a parar la diversidad de familias que viven de manera irregular en la zona, pues a pesar de la situación de las mismas, son personas que llevan viviendo mucho tiempo en situaciones deplorables y paupérrimas y que, ahora, no saben que les deparará el futuro. Aún tengo fe en que el mismo borrador, o inclusive el propio Ayuntamiento tome cartas en el asunto para amparar a multitud de éstas familias en viviendas sociales, que mi parecer, sería la solución más idónea. 

Sin lugar a dudas, solventado los escollos, el aporte del nuevo Armanello sería un plus para Benidorm y una manera de incrementar el censo municipal que tanto han intentado en vano nuestros políticos, para así, optar a mayor financiación. 

Pero aún queda mucho en el tintero por hacer y resolver si queremos que nuestro Benidorm evolucione como es debido. Dejando de lado Armanello, veremos qué desenlace veremos a la hora de decidir sobre la estación de autobuses ilegal, el tan esperado Centro Cultural, una solución a la situación creada en los conocidos Playmons, el ambulatorio que más temprano que tarde tendrá que llegar al barrio de Els Tolls o el cambio de rumbo que se fijará en el turismo que recibimos. Y sin olvidarme de proyectos estrella como el Centro Comercial que llegará a Benidorm, la remodelación de la Avenida Mediterráneo o el aclamado teleférico.

No obstante, Benidorm camina por la senda correcta. Se ha trabajado bien y mucho en comparación a la anterior legislatura, y los resultados son evidentes. Y todo esto que les comento con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina. 

Parece ser que nuestra ciudad está viviendo un momento histórico y emocionante del que todos estamos siendo parte del mismo de una u otra manera. Se avecinan siete meses apasionantes justo antes de acudir a las urnas… 

Rodrigo Quesada / @Quesadacid

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