viernes, 5 de septiembre de 2014

Sancionados 60 locales de Benidorm tras las denuncias vecinales por excesos


Policías de la Generalitat responden con más de 400 inspecciones a la petición de auxilio de los residentes por el ruido y escenas de sexo callejero.
- MÁS CONTROL 464 intervenciones ha realizado este verano la Policía Autonómica en Benidorm, la mayoría inspecciones en bares y cafeterías.
- 43% de incremento en controles durante los meses de julio y agosto.
La Policía de la Generalitat ha iniciado casi 60 propuestas de sanción a establecimientos de Benidorm como resultado de los intensos controles que la Conselleria de Guobernación prometió a principios de agosto a vecinos afectados por excesos de ruido. La agrupación de residentes trasladó, además, su temor de que la localidad acabe como Magalf o Salou después detectar escenas de sexo en plena calle.
La presión policial en las últimas semanas ha sido palpable. De hecho, la Policía de la Generalitat ha incrementado un 43% sus intervenciones en la localidad entre julio y agosto respecto al mismo periodo del año anterior. En concreto, han sido más de 400 inspecciones a la caza de incumplimientos de la Ley de Espectáculos: cuestiones como horario de cierre de las sesiones, documentación y licencias de los pubs y bares.
La secretaria autonómica de Gobernación, Asunción Quinzá, se reunió a principios de agosto con miembros de la Plataforma Contra el Ruido en la localidad costera, que agrupa a un millar de afectados. Acudieron a la Generalitat en busca de auxilio después de denunciar que sus quejas en el consejo vecinal municipal no surtían efecto. Criticaban que el ayuntamiento «actúa con desidia» pese a las decenas de llamadas a la policía y «un largo historial de protestas formales que sólo han tenido buenas palabras como respuesta», como expuso su portavoz Francisca Fuster.
El Ayuntamiento de Benidorm reconoce que en algunos puntos de la población, especialmente en las zonas de fiesta del casco antiguo, «existe un problema de exceso de ruido en la calle motivado por la ley antitabaco», que empuja a muchos clientes a trasladar copa, cigarrillo y griterío al exterior de los locales. Ante esta tendencia, el consistorio prevé instalar en breve una serie de paneles a modo de prueba que medirán los decibelios. «Estarán conectados con la policía y cuando se sobrepasen los límites sonoros habrá un sistema luminoso que advertirá a las personas que estén en la calle para que se conciencien y moderen sus voces», detalló un portavoz municipal. «Lo que no podemos hacer es desalojar la calle en pleno mes de agosto mientras cientos de personas disfrutan de la noche como si fueran disturbios», se defienden desde el consistorio.
El Ayuntamiento de Benidorm, gobernado por el socialista Agustín Navarro, considera que la reunión de Quinzá con los vecinos «esconde un trasfondo político». «No vamos a permitir que la irresponsabilidad del PP cierre Benidorm y hunda el buque insignia del turismo, ya que mantiene el PIB de la Comunitat Valenciana», recalcó Navarro. En el equipo de gobierno municipal sentó muy mal que no se contara con ninguna autoridad local en ese encuentro para abordar el problema.
Aunque el consistorio admitió que el problema del ruido en la calle existe, se defendió ante las críticas de hacer la vista gorda con los excesos sonoros en pubs de la playa de Levante y el entorno británico de la localidad. «Benidorm es la única ciudad de España donde todos los locales tienen sistemas de insonorización y limitadores de sonido controlados de forma automática por la policía», argumentaron las fuentes municipales.
Pero los vecinos afectados insisten en que esos límites se sobrepasan «con creces». Tanto en volumen como en horario. De hecho, en algunos puntos han empezado a proliferar pancartas en balcones colgadas por residentes desesperados tras noches en vela. Una de ellas reza: «Tortura. S. O. S. Contaminación acústica hasta 115 decibelios. Respeten nuestros derechos.

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