Aunque ya saben que la democracia es uno de esos intentos fallidos, pero bienintencionados del hombre, merece la pena destacar las virtudes que se reflejan en la práctica y no en la teoría, para así, demostrar que no solo de estupidez se compone el raciocinio humano. Vayamos por partes. Nuestro concepto de democracia forma sus bases en el antiguo griego. Al combinar los vocablos demos -que se traduce como pueblo- y kratós -que puede entenderse como poder y gobierno-. Y el resto ya lo saben ustedes mejor que yo. Decide la mayoría. Pero el problema es si esa mayoría está compuesta por borregos, truhanes, infames y la madres que los parió. Problemas e inconvenientes a parte, hoy me gustaría reflejar en estas líneas el poder de la pluralidad que conlleva en ocasiones este burdo sistema.
Y es que, las pasadas elecciones municipales han sido un anticipo de los tiempos renovadores y de cambios que tanto nos repiten en televisión hasta rozar lo tedioso. Por ejemplo, en nuestra ciudad, en Benidorm; seis son las corporaciones municipales que se han instalado a día de hoy en el ayuntamiento. Y claro, en primera instancia consideras que la gobernabilidad de Benidorm se coloca en entredicho al formarse un salón de plenos tan diverso, en cuánto a partidos políticos se refiere. Pero oígan, me han sorprendido. En este caso cuatro partidos políticos. Tres de ellos totalmente nuevos en una legislatura como son Ciudadanos Por Benidorm, C´s y Compromís-Los Verdes. El otro, un habitual, el partido clásico por excelencia junto al PSOE. El PP tiene la responsabilidad de mandar y dirigir en la ciudad durante los próximos cuatro años y no han empezado con mal pie.
Pero también cabe destacar el gran trabajo de Compromís-Los Verdes. Renunciando a sus correspondientes cargos de confianza y elaborando propuestas como la que hará escasos días veía la luz, donde proponían la creación de un registro para artistas de Benidorm, Compromís con Josep Bigorra a la cabeza, se posicionan entre los grupos municipales más participativos hasta la fecha.
Y por último y no menos importante. El Partido Popular. Esa formación política que, al menos en Benidorm ha sabido reinventarse para hacerse con la vara de mando, cuando éste se encontraba en la oposición. Actualmente es poco tiempo el que llevan como equipo de gobierno, pero las iniciativas ya comienzan a ser novedosas y, sobre todo, como decimos los valencianos, reina el trellat en la toma de decisiones que se atañen a Benidorm gracias a Toni Pérez y los suyos, hablando sin pudor de retocar la contrata del Low Festival o, modificando, con la premura suficiente, la ordenanza para que todos los vecinos afectados dispongan de tarjeta residente.
Así que, esta legislatura pinta mejor de lo que yo pensaba. Apartando a los perpetuos de la política, a los anclados al sillón a cambio de nada, como son el antiguo equipo de gobierno que rompió meses antes de las elecciones -PSOE y LIBE- los demás comienzan el camino de la nueva política. Mostrando mayor cercanía a la hora de gobernar y administrar impuestos, y por descontado queda, la fabulosa oposición que ha comenzado a rodar por parte de Ciudadanos Por Benidorm, C´s y Compromís-Los Verdes.
Rodrigo Quesada / @Quesadacid de Express Magazine.
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