Está siendo, en Benidorm, motivo de obstrucción para hasta tomar las decisiones más irrisorias desde que Toni Pérez obtuviese la vara de mando de nuestra ciudad. Y antes que nada, sepan que un institución sin oposición, no es política, sino corrupción. Pero para que me entiendan de una vez por todas, les explico despacito y con buena letra. El líder de la oposición de Benidorm, el PSOE de Agustín Navarro y compañía que, ahora se mueve al son de Rubén Martínez, está siendo un total impedimento para gobernar de forma lógica la ciudad.
Tras cinco años del gobierno socialista más pésimo, deprimente, tedioso, negligente y presuntamente corrupto de nuestra historia, éstos no nos dejan de impresionar. O al menos a servidor. Ahora, los que antaño gobernaban, denuncian la falta de transparencia del Partido Popular. Y sin entrar en otras consideraciones, creo que suficiente es el motivo para dejarlos a los siete ediles socialistas sin percibir ni un maldito euro de las arcas municipales. Como ciudadano común y de a pie, es totalmente insultante que un conjunto de ineptos personajes políticos -en su gran mayoría- critique la falta de transparencia en nuestras instituciones locales, cuando el último gobierno socialista aún tiene cuentas pendientes en los juzgados. Concretamente, el que fuere tristemente alcalde de nuestra ciudad, Agustín Navarro, veía como una vez más aplazaban su declaración por el presunto caso de nepotismo. Además de éste, la ex socia de gobierno, Gema Amor y la ex edil Natalia Guijarro, también deberán comparecer en calidad de testigos.
Aún ni se ha cumplido un trimestre desde que se produjera el cambio de gobierno, y todavía muchos siguen empeñados en destruir ápice a ápice nuestra ciudad. Por ello, apelo a la honradez -si es que conocen tal término nuestros políticos opositores- y el sentido común, para que permitan gobernar a Toni Pérez y a los siete ediles populares restantes, ya que, ustedes, los socialistas; bastante mal han hecho como para seguir arruinando un Benidorm que necesita una revitalización inmediata. Aquello de llevar la piedra en una mano y mostrar la otra con pan se acabó. El pueblo benidormí habló en las urnas, y su decisión quedó clara, a pesar de que ustedes pretendían arrebatar el sentido a la democracia y gobernar junto a toda la oposición.
La verdad, queridos lectores, es que uno acaba preguntándose, desesperanzado, si en realidad los políticos no se limitan a encarnar, ante las cámaras, los micrófonos y las notitas de prensa, los papeles de un actor, modificando a conveniencia cualquier rasgo identificativo de su pasado que, en el presente, podría dejarle mal parado.
Rodrigo Quesada / @Quesadacid de Express Magazine.
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