jueves, 17 de diciembre de 2015

Los testarazos, en las urnas

No hay día que no me sorprenda. Somos una sociedad, la española en cuestión, hipócrita e ignorante. Y puede resultar duro leer dicha afirmación, pero es así. Desde que tengo uso de razón, y con un poco de ayuda de los libros de historia, uno es consciente de que los españoles hemos sido y somos de una índole pícara, granuja y truhana. Y si no que le pregunten al Lazarillo de Tormes. Pero centrándonos en el asunto de marras.

Todo esto, descalificativos o no, llámenlo como quieran, los expongo aquí como método de concienciación para este veinte de diciembre. Ya saben que Mariano Rajoy, el hasta ahora Presidente del Gobierno, recibió un brutal puñetazo que terminó por hacer añicos sus gafas. Este ruin acto ha sido justificado por cierto sector de la población, afirmando que “es normal que después de lo que el PP ha hecho para España, pasen este tipo de cosas”. Pues oígan, no; no es para nada normal, por muy nefasta que haya podido ser una gestión. Y como tampoco es lógico que día sí y día también escuchemos a diversidad de ciudadanos quejarse, manifestarse y protestar contra este gobierno, cuando ya han expresado su intención de quedarse en casa y no ir a votar este 20D. La ira, el descontento, la rabia y la furia no se demuestran propinando un sendo golpe a un personaje político. Tampoco el enojo ni la cólera se expone con lamentos y quejas en una conversación de barra de bar. El furor y la vehemencia se declaran en las urnas. Sí querido lector. La disconformidad y el descontento se ponen a prueba en las elecciones, y se revela dicho malestar acudiendo a éstas y votando. Sea lo que sea, voten lo que voten, pero únicamente ejerciendo este derecho tan fundamental, podremos cambiar España.

Recuerden, vivimos en un país donde hemos sufrido mucho. Desde nuestros abuelos, y desde mucho antes, hasta nuestros jóvenes. Existe una franja temporal en nuestra historia reciente donde hemos luchado por conseguir nuestros derechos a golpe democrático, y no a golpe de puñetazo. Lo hicimos en el 78 y lo volveremos a hacer en los días finales del 2015, nuevamente como demócratas que somos.

No mancille la gestión de un gobierno, por muy ruin y mezquina que pueda ser, si en los comicios no va a votar, pues en vano quedará su disconformidad.

Ya lo sabe, ahora lo demás, es decisión suya.

Rodrigo Quesada / @Quesadacid.

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